Enzimas y Longevidad
Todos vamos a llegar a nuestros años dorados. ¿Cuál es la mejor manera de asegurar nuestra longevidad y un buen estado físico y mental al mismo tiempo? La respuesta podría ser que hay una clara correlación entre la cantidad de enzimas un individuo posee y la cantidad de energía que tiene. Con el aumento de la edad, podemos ver una disminución de la energía. Una cita de la obra del Dr. Edward Howell es, “si se toman refuerzos de enzymas durante años, las enzimas a los ochenta años serán como si se tubiera 40”.
¿Cómo la falta de enzimas aceleran el proceso de envejecimiento?
Cuando nuestros niveles de enzimas se vuelven tan bajo que nuestro metabolismo sufre, se puede producir la muerte. Cuando el metabolismo es falsamente estimulado por el café, una dieta alta en proteínas, y/u otros estimulantes, el metabolismo aumenta y las enzimas son utilizadas. Se trata de una falsa energía y nos sentimos una sensación de bienestar, sin embargo, el resultado final será un rápido desgaste de energía que causa envejecimiento prematuro. Cuanto mayor sea la cantidad de las reservas de enzimas, cuanto más fuerte será el sistema inmunológico y el más sanos estaremos.
Invariablemente el debate sobre los resultados de las enzimas llegan a la pregunta: ¿se pierde la capacidad de producir enzimas con la edad o envejecemos porque nuestra capacidad de mantener la producción de enzimas disminuye? Todos nacemos con un potencial enzimático que se basa en nuestro ADN, que se conoce como reserva de enzimas. A continuación vemos algunos ejemplos de por qué la vida no puede existir sin las enzimas:
La naturaleza ha dotado a todos los alimentos crudos con los enzimas necesarias para la digestión. Masticar y romper las fibras de los alimentos libera las enzimas necesarias para la digestión. Los alimentos crudos no contienen tantas enzimas como en el pasado, ésto debido a factores ambientales, es decir, suelos en malas condiciones, técnicas modernas de preservación. Nuestro cuerpo secreta más y más enzimas para compensar la falta. Además de los alimentos cocinados, el café, la enfermedad, el estrés, e incluso el ejercercicio, son algunos otros factores que disminuyen las reservas de enzymas.
Los alimentos que carecen de enzymas ponen un peso en nuestro sistema digestivo, el cual no fue diseñado para manejar los alimentos que no se han digerido. Esto, a su vez, puede dar lugar a una mala absorción de los nutrientes, la fatiga, malestar digestivo, alergias a los alimentos, y muchas otras condiciones. Cuando las moléculas de alimentos parcialmente digeridos escapan hacia el torrente sanguíneo, se provoca una respuesta inmune, tal como síndrome de intestino poroso que sobrecarga el sistema inmunológico. El cuerpo, entonces, roba las enzimas de las células blancas de la sangre, con lo que ponen en peligro nuestro sistema inmunitario aún más.
El Dr. Edward Howell, padre del estudio de las enzimas en los Estados Unidos, y el Dr. Wolf de Alemania, han realizado una amplia investigación sobre las enzimas. Han demostrado en numerosos estudios que la salida de enzymas disminuye gradualmente con la edad y puede reducirse a más de 60% en el momento en el que lleguemos a 55 años de edad.
En algún momento, debemos complementar nuestra reserva de enzymas para combatir las enfermedades degenerativas asociadas al envejecimiento. Sabemos que la causa principal del envejecimiento es el deterioro celular debido al exceso las toxinas en el cuerpo. Las enzimas ayudan al cuerpo a resistir el daño de los radicales libres. Este destructivo daño tiene que ser detenido, ya que debilita el cuerpo entero y causa el envejecimiento prematuro.
A medida que avanzamos en edad, los radicales libres causan la vinculación de tejido conectivo que reduce y hace que la piel pierda su elasticidad, lo que se traduce en arrugas. Las enzimas luchan contra el proceso de envejecimiento, incrementando el suministro sanguíneo a la piel, acarreando así nutrientes llenos de vida y llevandose productos de desecho que pueden hacer que su piel luzca opaca y arrugada. La circulación disminuye a medida que la persona envejece. Una dieta que incluye bastantes frutas y vegetales crudos (que tienen un alto contenido de enzimas) junto con un completo suplemento enzimático se vuelve más importante con la edad, porque comer una dieta de alimentos cocinados o procesados ha agotado nuestra reserva natural de enzimas. Otros desafíos del envejecimiento que se puede abordar con las enzimas son:
Purificación de la sangre.– Es posible que una enzima pueda limpiar o purificar la sangre? Cuando se mira desde la perspectiva más simple, tiene sentido. Es un hecho conocido que los hongos, los parásitos y las bacterias están hechos de proteínas. Además, tenga en cuenta que la capa que protege un virus en nuestros cuerpos es también una capa de proteína. Se ha sugerido que la Proteasa se da en un estómago vacío para descomponer proteínas invasoras, es decir, hongos, levaduras, toxicidad, las bacterias y los parásitos.
Fortalecimiento del sistema inmunitario.– Las enzimas brindan nutrientes, transportan los desechos tóxicos, digieren los alimentos, purifican la sangre, entregan las hormonas al fortalecer la alimentación y el sistema endocrino, equilibran los niveles de colesterol y triglicéridos, alimentan el cerebro y no causan ningún daño al cuerpo.
Descomposición de las grasas.– Es un hecho demostrado que la enzima lipasa descompone (digiere) las grasas. Cuando se añade a la comida como un suplemento, es capaz de hacer este trabajo en el tracto digestivo. Esto elimina la tensión de la vesícula biliar, el hígado y el páncreas.
Disminuición de los niveles de colesterol.– La Lipasa ayuda a reducir los niveles de colesterol debido a su capacidad de descomponer la grasa.
Eliminación del exceso de peso y la grasa.– Muchas personas con sobrepeso tienen un metabolismo desequilibrado o la posibilidad de crear uno. El sistema endocrino norma nuestro metabolismo. Una vez que son capaces de fortalecer el sistema endocrino, y logramos que nuestras entrañas trabajan regularmente y digieren los alimentos en lugar de convertirlos en grasa, tenemos una combinación de éxito para perder peso. En lugar de crear una común pérdida de peso a que a menudo no es más que pérdida de agua, lo que haremos será quemar la grasa y digerir adecuadamente los alimentos. Este proceso no es instantáneo, porque tenemos que perder la grasa en lugar de peso. Se tarda más, pero es más sano y dura más tiempo. Lo mejor de todo es que no hace daño.
Mejora de la capacidad mental.– El cuerpo utiliza la glucosa del hígado para alimentar y fortalecer el hipotálamo. Los glóbulos rojos realizan el trabajo de llevar oxígeno al cerebro. Los nutrientes se van a impartir en todo el cuerpo por medio del sistema de entrega de enzimas. Cuando esto no se logra, uno se fatiga y es menos capaz de pensar con claridad. Recuerde que el hipotálamo dirige nuestro sistema endocrino y es responsable de balance de agua, la temperatura corporal, el apetito e incluso las emociones.
Limpieza del colon.– Los alimentos sin digerir que se almacenan en el colon comienzan con un problema digestivo. En el colon, la proteína sin digerir, se pudre; el almidón, los azúcares y carbohidratos se fermentan, y las grasas se vuelven rancias. Si comemos más de una comida al día, debemos experimentar al menos uno y dos deposiciones al día para librar a nuestro cuerpo de los desechos tóxicos. Las enzimas ayudan al funcionamiento correctamento del colon al romper las proteínas, carbohidratos y grasas. La correcta digestión de los alimentos es el primer paso para promover la regularidad.
Mejorar del sueño.– Cuando los nutrientes son incapaces de superar la barrera del cerebro, se puede crear el insomnio y la depresión. Un sistema endocrino malnutrido puede crear un mal funcionamiento en nuestro sistema hormonal, que puede alterar nuestro sistema nervioso y los patrones de sueño. Si somos capaces de digerir nuestra comida correctamente, sin embargo, tenemos una correcta entrega de los nutrientes para mantener el sistema endocrino y el sistema nervioso en sincronía.
A continuación podemos reconstruir nuestra forma de vida y los patrones de energía.
A pesar de que no hay bala de plata o poción mágica para detener el envejecimiento, sí sabemos que toma años para que nuestra salud caiga en decadencia y, por lo general, toma muchos años más resolver nuestros problemas de salud. El simple hecho es que, siempre debemos dar nuestro cuerpo el combustible correcto para realizar, y nos dará muchos años de servicio. Intervención con enzimas y otros nutrientes es la clave en la lucha contra el envejecimiento.
Todos vamos a llegar a nuestros años dorados. Lleguemos en el mejor estado físico y mental posible.